Ataques DDoS

¿Qué es un ataque DDoS?

Un ataque DDoS (Distributed Denial of Service, o Denegación de Servicio Distribuida) es una técnica utilizada por ciberdelincuentes para interrumpir el funcionamiento de un servidor, red o servicio online mediante el envío masivo de tráfico malicioso desde múltiples fuentes.

El objetivo principal es saturar los recursos del sistema (ancho de banda, CPU, RAM o servicios de red), provocando lentitud extrema o una caída completa, dejando el servicio inaccesible para usuarios legítimos.

¿Cómo funciona?

A diferencia de un ataque DoS tradicional, que proviene de un solo equipo, un ataque DDoS se realiza desde una red de dispositivos comprometidos, conocidos como botnets. Estos dispositivos (PCs, routers, cámaras IP, etc.) han sido infectados previamente con malware y son controlados de forma remota sin el conocimiento del propietario.

Una vez activados, todos los dispositivos atacan simultáneamente el objetivo, enviando:

  • Peticiones web masivas.
  • Datos falsos o mal formateados.
  • Conexiones simultáneas que nunca se completan (ataques de tipo SYN flood).
  • Fragmentos de paquetes que ralentizan el procesamiento del servidor.

Tipos comunes de ataques DDoS

  1. Volumétricos: Inundan el ancho de banda con grandes cantidades de datos (por ejemplo, ataques UDP o ICMP flood).
  2. Protocolarios: Aprovechan vulnerabilidades en protocolos como TCP, SYN o DNS.
  3. De capa de aplicación: Se dirigen a servicios web como HTTP o HTTPS, haciendo peticiones que simulan tráfico legítimo (por ejemplo, atacar páginas específicas con miles de solicitudes por segundo).

Consecuencias de un DDoS

  • Caída del sitio web o servicios online.
  • Pérdida económica, especialmente en empresas que dependen del comercio electrónico.
  • Daño a la reputación ante clientes o socios.
  • Costes adicionales al contratar soluciones de mitigación o aumentar infraestructura.
  • Desvío de atención, mientras otros atacantes aprovechan la situación para infiltrarse o robar datos (técnica conocida como DDoS como distracción).

Casos conocidos

  • GitHub (2018): uno de los mayores ataques DDoS de la historia, con un pico de tráfico de 1,35 terabits por segundo.
  • Dyn DNS (2016): afectó a grandes empresas como Twitter, Netflix o Spotify, dejando millones de usuarios sin acceso a servicios.

¿Cómo protegerse?

  1. Usar servicios de mitigación DDoS: Empresas como Cloudflare, Akamai o AWS ofrecen protección avanzada.
  2. Configurar un firewall y sistemas de detección: Para filtrar tráfico anómalo desde el origen.
  3. Limitar las tasas de acceso (rate limiting): Evita que un mismo IP genere demasiadas peticiones.
  4. Redundancia e infraestructura escalable: Servidores distribuidos geográficamente ayudan a soportar ataques mejor.
  5. Supervisión constante: Herramientas de monitoreo alertan en tiempo real sobre picos anormales de tráfico.
  6. Tener un plan de respuesta: Saber qué hacer si el ataque ocurre es clave para reducir el impacto.

Conclusión

Los ataques DDoS no intentan robar datos, pero pueden paralizar tu negocio en segundos. Aunque no se pueden evitar al 100%, con medidas preventivas adecuadas puedes detectar, mitigar y recuperarte rápidamente frente a este tipo de amenazas.