¿Qué es un ataque de fuerza bruta?
Un ataque de fuerza bruta es una técnica utilizada por ciberdelincuentes para descifrar contraseñas, claves de cifrado o nombres de usuario, mediante la prueba sistemática de todas las combinaciones posibles. Es una de las formas más antiguas, pero todavía efectivas, de obtener acceso no autorizado a cuentas o sistemas.

¿Cómo funciona?
En un ataque de fuerza bruta, el atacante utiliza herramientas automatizadas que prueban miles o millones de combinaciones hasta dar con la correcta. El éxito del ataque depende de la complejidad de la contraseña y de los mecanismos de protección del sistema.
Existen variantes de este ataque, entre las que destacan:
- Fuerza bruta pura: prueba todas las combinaciones posibles sin ningún patrón.
- Ataque por diccionario: utiliza listas predefinidas de contraseñas comunes o filtradas de otras brechas.
- Ataque híbrido: combina ataques de diccionario con pequeñas variaciones, como añadir números o símbolos.
- Ataque de fuerza bruta distribuido: se ejecuta desde múltiples dispositivos para acelerar el proceso o evitar ser detectado.
¿Qué buscan los atacantes?
Los objetivos más comunes de los ataques de fuerza bruta son:
- Cuentas de correo electrónico.
- Plataformas de redes sociales.
- Accesos a servicios bancarios o de pago.
- Paneles de administración de sitios web.
- Escritorios remotos (RDP), SSH o FTP.
- Routers o dispositivos del IoT mal configurados.
¿Cómo detectar un ataque de este tipo?
En muchos casos, los ataques de fuerza bruta no son visibles para el usuario común, pero pueden dejar señales como:
- Múltiples intentos fallidos de inicio de sesión.
- Accesos sospechosos desde ubicaciones desconocidas.
- Alertas del proveedor de servicios sobre actividad inusual.
- Saturación de recursos del servidor o red.
¿Cómo protegerte?
- Utiliza contraseñas robustas: Largas, aleatorias y con combinación de letras, números y símbolos.
- Activa la autenticación en dos pasos (2FA): Añade una capa extra de seguridad que invalida la contraseña sola.
- Limita los intentos de acceso: Configura bloqueos automáticos tras varios intentos fallidos.
- Cambia contraseñas periódicamente: Especialmente en servicios críticos o tras detectar actividad sospechosa.
- Evita usar contraseñas repetidas: No reutilices la misma clave en diferentes servicios.
- Monitorea accesos a tu cuenta o servidor: Usa herramientas que registren los intentos de login.
- Usa gestores de contraseñas: Para generar y almacenar claves seguras sin tener que recordarlas todas.